Según la UNESCO bajó el índice de analfabetismo en Argentina
- María Julia Otero
- 7 sept 2016
- 2 Min. de lectura
La tendencia se está dando a nivel mundial, sin embargo más de 700 millones de personas siguen sin haber podido acceder a una educación formal. Nuestro país es el segundo de la región con la tasa más baja de analfabetos después de Uruguay.
En países desarollados, las tasas de alfabetización se aproximan al ciento por ciento mientras que en aquellos que se encuentran en vías de desarrollo son inferiores al 50 por ciento. Una ardua tarea y un desafío que deberían plantearse los gobiernos a cumplir en el mediano plazo. Toda persona, sin importar su origen, género o país tiene derecho de aprender a leer, a pesar de que aún persiste la brecha entre la educación que logran alcanzar mujeres a diferencia de hombres y viceversa. Cabe destacar, que desde hace 50 años se viene gestando un proceso que ha dado buenos resultados. En la Argentina, se registró una reducción del índice de 2,6 por ciento a 1,9 por ciento en el período 2001-2010, y se espera una mejora para los próximos años.
En las provincias del Noreste, donde este flagelo golpea más a la población, consiguieron disminuirlo a 2,5 puntos porcentuales promedio, en Chaco bajó el índice del 8% en 2001 al 5,5%; Corrientes pasó del 6,5% a 4,3%; Misiones del 6,2 %a 4,1% y Formosa del 6% al 4,1%.Por su parte Santiago del Estero descendió su índice de analfabetismo del 6 al 4%; Salta del 4,7 al 3,1%; y Jujuy del 4,7 al 3,1%.
En la ciudad de Buenos Aires los barrios del sur reúnen el 60% de la población analfabeta de la ciudad.
La eduación es el arma más poderosa con la cual se puede combatir la desigualdad, por eso hace 50 años, la UNESCO proclamó oficialmente el 8 de septiembre como Día Internacional de la Alfabetización, a fin de movilizar a la comunidad internacional y fomentar la alfabetización como instrumento para empoderar a las personas, las comunidades y las sociedades. Actualmente este día se celebra en el mundo entero y su conmemoración reúne a gobiernos, organismos bilaterales y multilaterales, ONG, miembros del sector privado, comunidades, docentes, estudiantes y expertos en la materia.
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